Tonatzintla, pueblo de una diosa

*Enclavado a los pies de los volcanes, Santa María Tonatzintla, tierra de una diosa, tierra de estrellas, tierra de quesos

Guadalupe Juárez

San Andrés Cholula, Pue.- A las faldas de los volcanes Popocatépetl e Iztazihuatl, una comunidad llamada Santa María Tonanzintla, llamada así por la antigua diosa náhuatl, Tonantzin.

Entre las calles empedradas, se impone una iglesia combinación de la adoración indígena por la antigua diosa y las costumbres católicas de la época colonial.

El pueblito se encuentra a menos de 10 minutos de San Andrés Cholula, uno de los pueblos mágicos de Puebla y se dice que, los indígenas intentaron recrear la iglesia del Rosario, que se ubica en la capital poblana, pero con figuras de yeso.

Llegar a Santa María Tonantzintla es tomar un respiro de la caótica ciudad, es respirar aire puro, es poder disfrutar del arte acumulado con el paso del tiempo.

En la plaza principal puestos con dulces típicos, quesos, que se producen en la región; nieves o elotes y esquites; olores que se mezclan con casas coloridas, entre amarillos fuertes, rojos vivos y paredes azules que contrastan.

Los rayos de sol son intensos, las campanas repican una y otra vez, mientras las ceremonias religiosas se llevan a cabo; contrastes ver cómo los productores llevan los rábanos en sus camionetas hacia otros puntos, degustar unos tacos de carnitas o hasta el típico mole poblano en alguno de sus restaurantes.

En esta comunidad suelen tronar cuetes como símbolo de fiesta y para celebrar a la virgen cada 15 de agosto. Tonantzin también es conocida como Cihuacóatl “mujer culebra” , deidad relacionada con la tierra y el maíz.

La  figura fue utilizada por los españoles para inculcar el culto a la virgen María en la población indígena y muestra de ello el nombre de esta comunidad, enclavada a los pies de los volcanes.

Una de las actividades principales que celebran los pobladores es la Feria del Queso, organizada a inicios de agosto, en donde los productores de queso exhiben cada uno de sus productos.

Antes de ser Santa María Tonatzintla se llamaba Tenanticpan o “sobre la madre”. Los españoles llegaron ahí, cuando fueron desplazados por la peste y se expandieron a otros pueblos en busca de mano de obra barata.
Esta localidad, al igual que otros pueblos aledaños, fueron testigos de otros pasajes de la historia como la Revolución Mexicana.Ahora, además de la gran variedad de platillos elabordos con pinole, también albergan talleres de talavera y un epicentro de ciencia e investigación: el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica.

Ir al observatorio es dar un paso cerca de las estrellas, pues este lugar custodia la cámara Schmidt, desde donde se pueden observar nebulosas planetarias, estrellas ráfagas y objetos azules, además de un telescopio catadrótrico o el telescopio solar.

El lugar fue fundado por Luis Enrique Erro Soler, un aficionado a las estrellas y que eligió Tonatzintla por encontrarse lejos de la contaminación lumínica.

Así es Tonatzintla, tierra de una diosa, tierra de estrellas, tierra de quesos.

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